¡Y ahí lo tenemos de nuevo! Donald Trump, el magnate de los peinados imposibles y las frases que hacen temblar hasta a los muros más sólidos, ha vuelto a la Casa Blanca como el presidente número 47 de los Estados Unidos. Con una victoria que se siente más ajustada que un pantalón de lycra después de las fiestas, Trump se alzó con siete de los estados más importantes de la unión americana. ¡Vaya manera de regresar! Como un mal chiste que nunca se va del todo.
Pero, ¿qué significa esto para nosotros, los mexicanos? ¡Agárrense los sombreros! En su discurso, Trump dejó claro que su plan es un nacionalismo interno más intenso que el café de la abuela. Quiere proteger a los americanos de la globalización y de los embates del mercado, especialmente de esos temidos productos chinos que, según él, están a punto de invadir Detroit como si fueran extraterrestres en una película de Hollywood.
Y, por si fuera poco, el nuevo presidente no se ha olvidado de nuestra querida Claudia Sheinbaum. En su campaña, lanzó amenazas más contundentes que un piñazo en una fiesta infantil: si México no frena la migración hacia el norte, el muro será una realidad. ¡Así que prepárense para ver más ladrillos que en una obra en construcción! Y no solo eso, también advirtió que si permitimos que las fábricas y vehículos chinos se instalen en nuestro suelo, los aranceles subirán más rápido que la inflación en tiempos de crisis.
Con todo esto, el TEMEC podría estar en la cuerda floja, y la presión sobre México será más intensa que un maratón de telenovelas. Trump se ha autoproclamado el gran policía del mundo, y ahora decidirá si nosotros, los mexicanos, hacemos las cosas bien o no. ¡Qué honor!
Y no olvidemos el tema de la migración, que siempre está en la mesa como el guacamole en una fiesta. Recordemos que Estados Unidos no tiene amigos, solo intereses. Así que, mientras Trump se sienta en su trono dorado, nosotros tendremos que estar más atentos que un gato en una tienda de ratones.
Así que, amigos, prepárense para un nuevo capítulo en la novela de la relación México-Estados Unidos.
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