Amaury Sánchez
¡Ah, Jalisco! Tierra de mariachis, tequila y, por supuesto, de un espectáculo político que ni el mejor de los comediantes podría haber imaginado. Este fin de semana, la Presidenta de Morena, Luisa María Alcalde, hizo su debut en la tierra del agave, acompañada de su séquito: La secretaria general, y Andy López secretario de organización , el hijo del expresidente. La cita fue en el lienzo charro La Castañeda, un lugar que, por cierto, no solo es famoso por sus caballos, sino también por ser el escenario de una reunión que, a puertas cerradas, reunió a la élite política de Jalisco.
A las doce del día, los trabajos comenzaron, pero no sin antes poner en práctica un protocolo de seguridad digno de un evento de alta gama. Los señores de seguridad, más estrictos que un portero de antro fifi, no permitieron la entrada a nadie que no tuviera el “pase VIP”. Tres horas de reunión, y ni un alma más pudo asomarse. ¿Qué se diría ahí? ¿Un plan maestro para conquistar Jalisco o solo un menú de tacos al pastor, solo se murmuro que va a ser mujer y muy mujer? La intriga quedó en el aire.
Al finalizar la reunión, la Presidenta y su comitiva se fueron a disfrutar de un platillo tapatío. ¡Qué delicia! Pero mientras ellos saboreaban su comida, afuera se agolpaban militantes, líderes sociales y hasta algunos exprianistas disfrazados de morenistas. ¡Qué ingenio! Eso sí, no faltaron los grandes políticos del estado, como el senador Carlos Lomelí y Miguel de la Rosa, que se presentaron con más ganas de ser aplaudidos que un artista en su primera función.
Y hablando de aplausos, la diputada Katia Castillo, la actual delegada que va de salida, se llevó la ovación más sonora… pero no precisamente de cariño. Los gritos de “fuera, fuera” resonaron como si estuvieran en un partido de fútbol. ¡Qué manera de recibir a los oradores! Carlos Lomelí, el segundo en la lista, no tuvo mejor suerte. La rechifla fue tal que parecía que estaban en un concurso de abucheos.
Finalmente, llegó el turno de la estrella de la noche, Luisa María Alcalde. Su discurso fue un verdadero manjar político, donde dejó claro que en Morena no hay lugar para los que ostentan lujos. ¡Bravo! Pero, ¿será que los encargados de la seguridad y logística también se aplican esa regla? Porque, sinceramente, parecían más cadeneros de antro que guardianes de la política.
Así que, Jalisco, prepárate. Con cada visita de estos personajes, la política se convierte en un espectáculo digno de un buen chisme. Y mientras tanto, nosotros, los mortales, solo podemos reírnos y disfrutar del show. ¡Hasta la próxima!
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