Por Amaury Sánchez G.
Si en México existiera un concurso nacional de “Quién entiende menos el presupuesto”, habría pleito en Jalisco. Entre el gobernador Pablo Lemus y la bancada de Movimiento Ciudadano, no sabríamos a cuál darle el trofeo: él por repetir mentiras con disciplina olímpica, o ellos por votar en contra de aquello mismo que ahora exigen con lágrima en mejilla y propaganda en mano.
Por suerte, llegó la diputada federal Mery Pozos —presidenta de la Comisión de Presupuesto, cirujana de cifras y enemiga declarada de los cuentos chinos— a poner orden en esta tragicomedia digna del teatro de revista.
Los neófitos del naranja
Lo voy a decir sin mayonesa:
tanto el gobernador como su bancada son neófitos en el quehacer legislativo.
Sí, neófitos.
Ignorantes.
Principiantes.
Novatos.
Inexpertos profesionales.
No entienden ni el proceso, ni el calendario, ni las reservas… ni siquiera el porcentaje que aporta la Federación al estado. Y conste que no es porcentaje caprichoso, es el 80%. O sea: sin Federación, Jalisco trae menos piernas que una mesa de cantina vieja.
Pero lo que más ternura da es que la bancada de MC votó en contra del Presupuesto de Egresos 2026.
No es chiste.
Votaron en contra del presupuesto que ahora reclaman.
Como quien se queja de que no le dieron pastel después de aventarlo por la ventana.
Y todavía tienen el descaro de salir a decir que la Federación “no los apoya”.
Es como si un estudiante que no hace la tarea se quejara de que el maestro no le pone diez nomás por sus ojos color mandarina.
Mery Pozos: la maestra regañona que Jalisco necesitaba
Ante tal nivel de creatividad contable, Mery Pozos no tuvo de otra más que pedir una reunión con el gobernador. Sí, ella la pidió.
Porque cuando alguien anda diciendo barbaridades con seguridad, hay que detenerlo antes de que intente dividir entre letras y multiplicar por aplausos.
La diputada, en rueda de prensa, explicó con paciencia de mamá de kínder que el presupuesto:
se aprobó en tres días,
incluyó 12 reservas,
reasignó 49 mil millones,
corrigió el error de Hacienda con la UdeG,
contempló educación, cultura, áreas protegidas, infraestructura
y los programas sociales suman más de 49 mil millones extra.
Pero Lemus sigue diciendo que “no hay apoyo”.
Claro, ¿cómo va a haber apoyo si no sabe dónde están los números?
A lo mejor anda buscándolos en las redes sociales, entre un meme y un videíto motivacional.
MC votó en contra… pero reclama a favor
Este es mi pasaje favorito de la historia:
MC votó en contra del presupuesto y ahora lo reclama.
Es como si uno rechazara un taco al pastor, lo tirara al suelo, lo pisara, y después indignado gritara:
—¡¿Por qué no tengo taco?!
—Porque lo pateaste hace cinco minutos, maestro.
—¡Qué centralismo tan injusto!
Cuando la ficción es más grande que el presupuesto
El gobernador insiste en que Jalisco está abandonado por la Federación.
Lo repite tanto que parece creerlo.
Es su mantra, su himno, su canción de cuna.
Pero el verdadero dato —ese que no les cabe en la narrativa— es que el 80% del dinero que usan proviene del Gobierno Federal.
Y lo dijo el mismo secretario estatal de Hacienda, no la oposición, no la astrología, no Madame Sassú.
El martes: el día en que el cuento se enfrenta con la calculadora
Cuando Mery Pozos y Pablo Lemus se sienten a platicar, aquello se va a poner bueno.
De un lado, la diputada con documentos, cifras, reservas, dictámenes, porcentajes y tablas.
Del otro lado, el gobernador armado únicamente con una narrativa heroica y un enorme desconocimiento del tema.
Una pelea desigual: Excel vs. Eslogan.
Y todavía falta que después conversen sobre carreteras, infraestructura y las prioridades del 2026. Ojalá Lemus llegue desayunado, porque para procesar cifras se necesita glucosa.
Epílogo con invitación incluida
La diputada invitó a su informe legislativo, el 21 de noviembre, en la Cámara de Comercio.
Buena idea: ahí la gente conoce de números, y cualquier intento de cuento naranja se derrite como queso de fondue mal hecho.
Así es Jalisco hoy:
Por un lado, los neófitos que votan en contra y luego reclaman.
Por el otro, una diputada que ya se cansó de explicar la ley con plastilina.
Como diría Ajenjo, si el presupuesto fuera tortilla, MC ya la habría roto, tirado, pisado… y después exigirían que se la repusieran.
Y todavía querrían que saliera calientita.
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