Por Manuel Carranza
Este arguende de la estetica ya parece cortina de humo…
Se trasladó de tragedia a mitote.
El tema de Luis Armando, pasa a segundo término, así como el de muchos otros asesinados.
Ahora te envían una caja china de mala calidad en donde los protagonistas principales son intocables.
Silencio absoluto…
El que paga manda.
Y al que paga, no se le replica.
Kikin Alfaro dejó una herencia, la cual Pablo no a sabido administrar.
Pablo tendrá que lidiar con los acuerdos locales y centralistas, los cuales lo dejan sin margen de maniobra y más aún, sin decisión propia, ya que como en la anterior administración estatal (por cierto la peor de Jalisco) han aprendido que:
“A Papá, no se le grita”
Y menos aún, cuando en apariencia muy visible, Jalisco se sigue cocinando aparte.
La zona norte del estado, tiene dueño.
La costa, tiene dueño.
La zona valles, tiene dueño.
La zona metropolitana de Guadalajara está convertida en una zona, de poder a poder.
La llamada ciudad de los Niños y las Niñas, es mas bien una ciudad de muerte.
Una ciudad en donde se encuentran las zonas más exclusivas, pero también las más peligrosas.
Atrás quedaron La colonia Jalisco, Oblatos, Santa Fe y otros lugares de triste memoria, las cuales ya fueron desplazadas en materia de inseguridad por lo más Nice y Popof en colonias y centros comerciales de alta gama.
Ahora es un peligro inminente acudir a dichas colonias y centros comerciales, en donde se supone existe una seguridad impenetrable, debido a la afluencia de personas con un alto poder adquisitivo.
Pero que al final de cuentas, el ciudadano de a pie, el común denominador de la sociedad, lo tenemos que aguantar y padecer debido a las complicidades locales y centrales que ven en Jalisco una caja chica como cuerno de la abundancia…
Esa abundancia que se distribuye a carretadas y que no es declarable.
Ahora resulta más seguro y más barato acudir a Plaza Oblatos o al Baratillo de Guadalajara.
( En donde por cierto venden un menudo y unas tostadas deliciosas)
Los acuerdos siguen a la orden del día, y los reacomodos siguen su camino.
Y la autoridad, gobierno o cualquier otro adjetivo caricaturesco que se quiera emplear, sigue solo atento y como el espectador que fue invitado de gorra, o como el hijo bien educado, que sabe…
Que a Papá, no se le grita.
Tal vez por eso el ejecutivo hace como que hace…
Y el de La Ciudad de los Niños y las Niñas, sigue nadando de cara al Sol.
LA CIUDAD DE LOS NIÑOS Y LAS NIÑAS…
Y UNA HERENCIA QUE EN JALISCO NO SABEN ADMINISTRAR.
En mi nada humilde opinión…
#MCarranza
La Verdad Jalisco
Los contenidos, expresiones u opiniones vertidos en este espacio son responsabilidad única de los autores, por lo que La Verdad Jalisco no se hace responsable de los mismos.
