Close

Entre papeletas, “última pregunta” y una ministra en dos actos

Por Amaury Sánchez

El 7 de febrero, Jalisco se vistió de justicia… o casi. La ministra Loretta Ortiz Ahlf arribó al Congreso del Estado con la pompa de quien tiene mucho que decir sobre los desafíos de la Suprema Corte, pero lo primero que dejó patente fue que la puntualidad y la organización se quedaron en casa ese día.

En el Patio Constituyentes Jaliscienses, la ministra, conocida por su cortesía y su afán de dialogar, se encontró con una logística digna de un manual de “cómo no hacerlo”. Mientras repartían papeletas para recoger preguntas —que parecían más accesorios decorativos que herramientas para el debate—, el encargado de la logística decidió que solo tres interrogantes tendrían cabida. Y no fueron elegidas al azar: parecieron ser las preguntas “menos inquietantes” o, mejor dicho, las que menos requerían respuestas profundas.

La sesión contó además con la presencia de figuras notables: entre los asistentes se encontraban la representante del Gobernador, el Dr. Alfonso Partida Caballero, el diputado José Luis Sánchez y Leonardo Almaguer, entre otros. La situación se volvió casi teatral cuando, tras la intervención de la exsenadora Evelia Sandoval (amablemente traspasada a la ministra a través del exdiputado Miguel Pelayo), el conductor del evento, con la franqueza de quien pone fin a una tertulia incómoda, anunció tajantemente: “Esta es la última pregunta”. Así, sin mayores ceremonias, se despidió a la prensa, dejando a los reporteros con más dudas que respuestas. Y la ministra, con dos compromisos en la agenda, se apresuró a abandonar el escenario rumbo a un hotel cercano a la Minerva.

Pero la jornada no terminó en ese embrollo inicial. La segunda ponencia, en Guadalajara, en el foro “El Poder Judicial de la Federación en el México actual”, mostró un panorama diferente. Esta vez, la ministra se mostró notablemente más cómoda, casi como si hubiera encontrado el asiento perfecto en un salón bien ambientado. Rodeada de miembros estatales y en compañía de personajes destacados como el Dr. Arturo Zamora y Juan Huerta, representante de la CTM, la intervención tomó un tinte distinto.

En este nuevo escenario, además de compartir su visión sobre los retos judiciales, se respiraba un ambiente de diálogo genuino. La ministra profundizó en la necesidad de garantizar el acceso a la justicia y destacó la importancia de derechos fundamentales como la educación, la salud y, en un giro poco común, la energía eléctrica —catalogada como “un bien que debe garantizarse a todos” conforme al Artículo 27 Constitucional.

Entre anécdotas, casos prácticos y una interacción más fluida, se dejó entrever que, cuando las condiciones son las adecuadas, el debate sobre la justicia puede transformarse en una conversación enriquecedora, lejos de los enredos logísticos del primer encuentro. Así, entre papeletas recortadas y cambios de escenario, la ministra Loretta Ortiz Ahlf nos recuerda que el camino hacia una justicia accesible se construye, a veces, entre imprevistos y, otras, en la comodidad de un diálogo bien organizado.


Los contenidos, expresiones u opiniones vertidos en este espacio son responsabilidad única de los autores, por lo que La Verdad Jalisco no se hace responsable de los mismos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

0 Comments
scroll to top