Close

En la ley de infancias transgénero, votar a conciencia


Jaime Hernández Ortiz

El derecho a ser diferente, incluyendo el derecho a la diversidad sexual, constituye sin duda el reconocimiento de una evolución progresiva en derechos humanos, ampliando la esfera de protección a cada vez más grupos vulnerables, como son las minorías religiosas, indígenas o discapacitados. Pero me parece que apoyar una ley de infancias transexuales es otra cosa.

Mucha gente piensa que por ser de izquierda se debe apoyar esa ley, por el simple hecho de que “se reconocen derechos de la infancia”. Nada más falso.

El derecho tiene una frontera muy delgada con la moral, no solo en la esfera pública sino también en la privada; de manera que hay que evitar que se rompa, lo que sería regresivo. Hacerlo sería acercarnos a reconocer más tarde la pedofilia, validar los abusos entre menores de edad y el matrimonio infantil que ha costado mucho desterrar.

Hoy los diputados del Congreso de Jalisco discuten su eventual aprobación o rechazo.

Morena, como partido de izquierda, es un partido como cualquier otro, donde confluyen visiones y expresiones de diverso origen e historias. Es un partido que por definición es una “asociación de ciudadanos”. Es decir, es una organización de ciudadanos que tienen derechos constitucionales, como tener opiniones diversas y distintas y en donde se puede coincidir en algunos temas y en otros no, cuyas diferencias se deben procesar en un marco de tolerancia y respeto.  

La adhesión a un partido, no debe ser a ciegas ni a costa de principios o valores personales, pues como personas tenemos el derecho a sostenerlos en cualquier parte; más aun tratándose de libertad de creencias, conciencia y convicciones.

Además, los derechos constitucionales están por encima de los principios y Estatuto de un partido, los cuales incluso pueden ser anulados si no se apegan al marco constitucional, pues un partido no puede obligar a nadie a tomar decisiones contrarias a sus derechos humanos y convicciones.

Los tribunales electorales respaldan incluso la libertad de decisión que tome un diputado, sin importar el partido, ideología o color.

Hoy, hacer a un lado a los padres en la Ley de Infancias trans en una decisión tan delicada que puede traer graves y profundas consecuencias para la sociedad y particularmente a la niñez que dice proteger.  ¿Qué niño es suficientemente maduro en temas de sexualidad?

O acaso, ¿ahora sí hay que reconocer que la concesión de un amparo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación -esa que hemos denunciado como corrupta- tiene efectos generales?

¿Qué Morena no acaba de cambiar la Ley de Amparo justamente por eso, para evitar que un amparo tenga efectos generales?

Entonces, en mi opinión, no se debe aprobar una ley que es contraria a los derechos de la niñez y a los padres a orientarlos, asesorarlos y educarlos, a decirles que sí y que no es correcto hacer antes de que sean mayores de edad.


Los contenidos, expresiones u opiniones vertidos en este espacio son responsabilidad única de los autores, por lo que La Verdad Jalisco no se hace responsable de los mismos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

0 Comments
scroll to top