Jorge Eduardo García
¡Así las cosas! La polémica generada por la supuesta pertenencia del secretario de Educación en Jalisco, Juan Carlos Flores Miramontes, al Opus Dei, ha puesto en el centro del debate la relación entre la Iglesia y el Estado en la educación pública en Jalisco.
En este contexto, es importante recordar la historia del callismo en México, un movimiento político y social que surgió en la década de 1920 y que buscaba establecer una separación más clara entre la Iglesia y el Estado.
El callismo se basaba en la idea de que la Iglesia católica había acumulado demasiado poder y influencia en la política y la sociedad mexicanas. Los callistas argumentaban que la Iglesia debía ser separada del Estado y que la educación pública debía ser laica y libre de influencias religiosas.
En la actualidad, la separación entre la Iglesia y el Estado es un principio fundamental de la Constitución mexicana. Sin embargo, la influencia de la Iglesia católica en la política y la sociedad mexicanas sigue siendo un tema de debate.
En Jalisco, la situación es particularmente compleja debido a la fuerte influencia de la Iglesia católica en la región. La supuesta pertenencia del secretario de Educación en Jalisco al Opus Dei ha generado preocupación entre algunos sectores de la sociedad jalisciense, que temen que la influencia de la Iglesia en la educación pública pueda erosionar la separación entre la Iglesia y el Estado.
En resumen, la polémica generada por la supuesta pertenencia del secretario de Educación en Jalisco al Opus Dei ha puesto en el centro del debate la relación entre la Iglesia y el Estado en la educación pública en Jalisco. La separación entre la Iglesia y el Estado es un principio fundamental de la Constitución mexicana, y es importante que se respete y se defienda en todos los ámbitos de la sociedad, y se olvide esa perversa idea de la educación en valores.
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