Por Amaury Sánchez G.
Mayo ya se nos fue, y con él las esperanzas de que este año arrancara con tantita dignidad. Lo que tenemos, en cambio, es al IMEF (Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas) asomándose por la rendija de la puerta y diciendo: “Perdón, México sigue estancado… pero gracias por participar”.
Y es que los indicadores IMEF Manufacturero y No Manufacturero llegaron en su edición de mayo con la novedad de que… seguimos igual que el mes pasado, pero con un peinado diferente. Subieron tantito, sí, como quien se sienta más derecho para parecer que está despierto. Pero la verdad es que seguimos en zona de contracción. O sea: la economía está viva, pero la ambulancia no arranca.
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🧱 Manufactura: 14 meses contrayéndose… y contando
El indicador manufacturero subió a 47.4 puntos, y eso parece bueno… si no fuera porque el umbral de expansión está en 50, como la calificación mínima para pasar con los profes barcos. Ya van 14 meses seguidos en zona de castigo, y lo peor es que ya nos acostumbramos.
Las versiones “tendencia-ciclo” y “ajustada por tamaño de empresa” también se quedaron abajo. Lo que quiere decir que no importa si eres maquiladora gigante o taller de don Toño, todos están en modo ahorro: de energía, de personal y de ilusiones.
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🧃 Servicios y comercio: ¿expansión? Mejor siéntese, joven
Por el lado de los servicios, el indicador se estacionó en 49.4 puntos. Subió 0.3. “¡Bravo!”… dijo nadie nunca. La tendencia-ciclo se quedó en 49.2, y el ajuste por empresa bajó a 48.1. Lo que es lo mismo que decir: el comercio está como coche de Uber sin gasolina, esperando que alguien lo empuje.
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🌽 PIB: ¡Salvados por el campo!… otra vez
¿Y el PIB del primer trimestre? Apenas 0.2% de crecimiento trimestral, y 0.6% anual. Pero eso sí, el campo sacó la casta con un crecimiento del 7.8%. Y mientras el agro sembraba esperanza, la industria y los servicios se echaban la siesta con una caída de -0.1% cada uno.
O sea, si no fuera por los frijoles y el jitomate, este país ya estaría en números rojos y haciendo fila en el Banco Mundial con gorra en mano.
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🌎 Comercio exterior: el mundo no nos quiere… pero tampoco nos deja
La manufactura, además, está toda nerviosa por culpa del comercio internacional. Que si China saca otro gadget, que si Trump se despierta con ganas de poner aranceles, que si el T-MEC sí, pero poquito… En resumen: nadie sabe qué va a pasar y todos están produciendo como si fuera lunes de resaca.
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🔮 ¿Y qué hacemos, además de rezar?
Aquí unas propuestas estilo “mes de aguinaldo sin recibo”:
1. Bájenle un poco a las tasas de interés, pero no al punto de que el peso se nos vaya al piso.
2. Inviertan en el campo, pero con visión de cadena productiva, no solo de foto con espigas.
3. Denle a las MIPYMES un respirito: créditos reales, no powerpoints.
4. Y agárrense del T-MEC como tabla de salvación, pero sin soltar la diversificación. El que todo exporta a un solo país… termina comiendo sopa Maruchan.
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🎤 Conclusión final, para que no digan que uno solo critica
México está en esa fase incómoda donde no está en crisis total, pero tampoco en recuperación. Es como cuando te invitan a una fiesta, pero llegas sin conocer a nadie y con zapatos incómodos.
¿Estamos mal? Sí.
¿Estamos peor que antes? No necesariamente.
¿Podemos mejorar? Solo si los que mandan se bajan del estrado y pisan tantito la banqueta.
Así que, queridas lectoras y estimados cuentahabientes de la realidad, la economía no se cae… pero tampoco levanta. Y aquí seguimos: sobreviviendo a punta de aguacate, WhatsApp y paciencia.
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