Por Alberto Jiménez Martínez
Cuando parecía que las prácticas de corrupción y extorsión de los pseudo sindicatos hacia los empresarios inmobiliarios o de la construcción habían cesado, las raíces de esos grupos han vuelto a florecer.
Es el caso de la Federación Mexicana de Trabajadores (FEMIT) adherida a la
Confederación Mexicana Independiente de Trabajadores (CMIT) que dirige Miguel Ojeda, así como el dirigente regional en Jalisco de esta organización Santiago Marquez y su operador Chuy Vega, que se ostentan como dirigentes del partido Morena y que dicen contar con el apoyo de su dirigencia nacional y con el respaldo de la Guardia Nacional para protegerlos.
Todo indica que se vendrá una cascada de denuncias, pues los empresarios ya no están dispuestos a sostener a estos pseudolíderes que depredan proyectos e inversiones importantes.
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