Amaury Sánchez G.
¡Ay, Jalisco, Jalisco! En este rincón del país, donde el tequila fluye como el agua y las tradiciones son más fuertes que un mariachi en plena fiesta, el ambiente político se ha vuelto más electrizante que un partido de fútbol en el Estadio Jalisco. Después de las elecciones, el Partido MORENA se encuentra en una especie de limbo, con la esperanza de que las impugnaciones sean como un buen tequila: que se repitan y se disfruten de nuevo. La candidata Claudia Delgadillo, con su sonrisa y su carisma, se ha convertido en la abanderada de los sueños morenistas, mientras sus seguidores esperan que el tribunal electoral les dé la razón y les permita volver a jugar en la cancha.
Por otro lado, tenemos al candidato del partido en el poder, Pablo Lemus, quien no se cansa de proclamarse el auténtico ganador. ¡Qué manera de hacer ruido! Con ruedas de prensa que parecen más un espectáculo de circo que una declaración política, Lemus asegura que Delgadillo no sabe perder. Y, claro, mientras recorre el estado prometiendo obras como si fuera un Santa Claus político, nos deja preguntándonos si realmente tiene un saco lleno de regalos o solo un montón de promesas.
La situación es como un juego de dominó: cada ficha que cae puede cambiar el rumbo del juego. El tribunal electoral, ese ente misterioso que parece tener más poder que un mago en un espectáculo, aún no ha dado su fallo. Y así, la incertidumbre se cierne sobre Jalisco como una nube de tormenta, con un plazo que se extiende hasta finales de noviembre. ¿Qué pasará? La moneda está en el aire, y mientras tanto, los morenistas sueñan con la revancha y los de MC se aferran a su victoria como un niño a su juguete favorito.
Así que, queridos lectores, mantengan sus palomitas listas y sus corazones abiertos. Este espectáculo político apenas comienza, y en Jalisco, como en toda buena historia, lo único seguro es que habrá sorpresas. ¡Que viva la democracia y que gane el mejor!
Los contenidos, expresiones u opiniones vertidos en este espacio son responsabilidad única de los autores, por lo que La Verdad Jalisco no se hace responsable de los mismos.
