Close

“¡Súbale, hay lugares!”… El DHS recomienda autodeportarse y la gentrificación en CDMX se vuelve internacional

Por Amaury Sánchez G.

Dicen que los gringos ya no saben qué inventar… y esta vez, como buenos vecinos ruidosos de arriba, se pasaron de sarcásticos. Resulta que el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (el famosísimo DHS, que en español debería llamarse Departamento de Hipocresía Supina) tuvo la brillante idea de invitar —en tono de burla— a los migrantes indocumentados que andan por allá, a autodeportarse… pero no por malos, sino por activistas.

Así como lo oye, estimado lector de renta congelada. Según ellos, si usted está «ilegal» (así lo pusieron, sin pena ni glosario) en territorio yanqui y quiere venir a protestar por la gentrificación en la Ciudad de México, no hay problema: bájese del sueño americano, instale la app CBP Home, píquele en ‘Salir voluntariamente’ y prepárese para marchar en la Condesa.

¡Qué detallazo! Tan atentos los gringos… te expulsan con app, wifi y sarcasmo.

La ironía diplomática de Trump: deportaciones con emojis

No es la primera vez que Trump y su pandilla usan el humor como muro. Pero esto, damas y caballeros, ya no es política, es stand-up diplomático.

¿La lógica? Muy sencilla: si usted vive en Estados Unidos sin papeles, trabaja 14 horas al día, limpia oficinas, cuida niños o recoge tomates… pero encima le da por interesarse por el derecho a la vivienda en la capital mexicana, ya mejor váyase y llévese su pancarta. Porque el verdadero peligro no es la trata de personas, ni el narcotráfico, ni las armas que cruzan la frontera sur. No. ¡El peligro es que proteste usted!

Lo que no dicen es que mientras tanto, miles de ciudadanos estadounidenses con visa de nómada digital ya hicieron las maletas y se vinieron a vivir como si la Roma Norte fuera Austin, pero sin impuestos, sin Trump y con tacos a 20 pesos.

Gentrificación: el nuevo Tratado de Libre Desplazamiento

Este nuevo fenómeno se llama colonialismo urbano con código QR. Gente blanca con MacBook, con aire de artista conceptual y salario en dólares, llegan a rentar departamentos que antes eran para estudiantes de la UNAM, tías solteras o músicos sin disquera. Pero ahora, gracias al “sueño mexicano”, esos departamentos ya tienen en la puerta una bocina inteligente que te dice: “Welcome to your Airbnb experience”.

Las rentas en la Condesa se fueron al cielo más rápido que los influencers con dron. Y mientras, el chilango promedio se va desplazando como si fuera lava de volcán: lento, pero inevitable.

Y si alguien se atreve a marchar, ¡ahí está el DHS para recordarles que no son ni de aquí ni de allá! Ironía imperial en su máxima expresión.

La política exterior de la app: de Tlatelolco al Apple Store

La diplomacia, antes, se discutía en salones con candelabros. Ahora se hace en X (antes Twitter), con gifs, emojis y frases que suenan más a servicio de Uber que a comunicado oficial.

¿Desde cuándo Estados Unidos se preocupa por las marchas en México? Desde que las encabezan millennials que dejaron Brooklyn para vivir como expats cool en la Narvarte. Porque claro: los migrantes que cruzan a pie son ilegales. Pero los que cruzan con tarjeta de crédito y mochila Fjällräven… ¡esos son inversionistas culturales!

No es broma. El mismo Trump que construyó un muro simbólico y literal contra los mexicanos, ahora se da el lujo de burlarse de los que se quieren regresar. ¡Ah, caray! ¿No que muy buena era la vida allá?

Y mientras tanto en Palacio Nacional…

En el México de los contrastes, la jefa de gobierno ya no sabe si multar a Airbnb, declarar zona protegida a la colonia Juárez, o mejor declarar a los gringos especie en riesgo. Porque claro, traen dólares, pero también traen brunch vegano, reggaetón en inglés y rentas de 30 mil pesos que ni en Polanco.

Y el presidente… pues está entre que responde con decoro y entre que le aplaude al ingenio. Porque si algo tiene este país es que nos encanta reír, incluso cuando nos joden.

Conclusión (y que se bajen del tren, por favor)

La recomendación del DHS de “autodeportarse” no es solo un chiste de mal gusto. Es una cachetada diplomática con guante de silicon. Es también el reconocimiento de que muchos estadounidenses ya no quieren vivir en Estados Unidos… y que quienes sí, se sienten con derecho de reírse de los que no caben ni allá, ni aquí.

Pero aquí entre nos, ya es hora de que México se ponga sus lentes oscuros y su voz de regente y diga:

“Si te vas a quedar, paga impuestos, respeta la vivienda digna y bájale a tu app de sarcasmo”.

Porque esta ciudad no es parque temático para nómadas digitales, ni escenario para la diplomacia irónica. Es hogar de millones que —con todo y marchas— todavía creen que vivir en la CDMX es un derecho… no un lujo con filtro vintage.


Los contenidos, expresiones u opiniones vertidos en este espacio son responsabilidad única de los autores, por lo que La Verdad Jalisco no se hace responsable de los mismos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

0 Comments
scroll to top