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Aún no inicia y ya los volvieron a batear… En política, lo que se ve es lo que es.


Manuel Carranza

Así es y así seguirá ocurriendo.
Ya fueron los empresarios, ya fue la verdadera sociedad civil…
Ahora toco a un importante y nutrido grupo de comunicadores, batear a quien una vez más, pretenden vender como piñas en temporada baja, una alianza ciudadana de peso muerto.

La verdadera sociedad civil, ya conoce estas argucias, y no se dejarán sorprender por quienes pretenden volver a engañar a empresarios, líderes sociales, al mismo partido por el cual pretenden ser postulados con el pretexto de una alianza ciudadana la cual está más quemada que los manteles de cantina en donde acostumbran generar dichas “alianzas” políticas, al calor de las copas y al cobijo de alguien que pague las cuentas.

La verdadera sociedad civil y la ciudadanía en general, no se debe equivocar, ni mucho menos dejarse llevar por la verborrea barata de personajes que quieren limpiar su imagen a costa de traiciones y comentarios fuera de lugar y orden, lo cual reafirma la nula capacidad mental, social y política para salir adelante, cuando en realidad se tiene un verdadero camino trazado ante un verdadero oficio político y social.

Solo imaginemos a alguien que dijo (en su momento) reunirse con quienes ordenan y mandan, ( la maña) en uno de los municipios más importantes del país, para ser el candidato del partido de moda…
Lo cual afortunadamente en su momento no ocurrió así, debido a la simulación y traición en contra de quienes en su momento confiaron en el mencionado.

Solo imaginemos que alguien se presente como suspirante a una alcaldía, alguien que traiciona lo más sagrado para gente bien nacida, como es el respeto a la familia…
Ya no digamos a la propia.

Solo imaginemos a un individuo que hace de una cantina su lugar de “Trabajo” y que en su momento se retira dando tumbos, dejando a la deriva a la acompañante en turno, (en el mismo estado deplorable)
y una responsabilidad a los presentes, que no les concierne.

Solo imaginemos a un personaje, que en estado etílico, promete contratos a empresarios, como flores reparte la violetera y termina traicionando el apoyo y la confianza.

Solo imaginemos que el mismo personaje, (en el mismo estado etílico) reparte culpas a diestra y siniestra, argumentando que lo fraudearon en el pasado, en el presente y seguramente también en el futuro…
Haciendo gala de la fanfarronería ya conocida por quienes ya lo conocen.

Y en política, alguien con las características de estos individuos, no merecen ni el respeto, y mucho menos la confianza social ni política.

En política, la lealtad propia es fundamental.
Pero la lealtad a quienes te brindan la confianza es invaluable.
En política como en la vida cosechas lo que siembras.
Ante la sociedad, un hombre se mide por el respeto a su familia…
Por el respeto a los demás, por el respeto a su palabra.

En política, todos tienen O tenemos un pasado y una historia.
Solo que algunos la practican, ejercen y le entienden.

Y otros simplemente recurren a ella por dinero, y no digamos poder, ya que no sabrian que hacer con el mismo.

Así que, tienen todo que perder, sin saber que sus acciones, ideas y engaños, solo son como un cuervo esperando el desenlace…

Imaginemos que ese tipo de persona existe…
Imaginemos que son reales.
Pero no olvidemos como sociedad cansada de estas escorias, que la ficción, en la vida como en la política, supera a la realidad.

Suspirantes, aspirantes, payasos mediocres o cualquier otro adjetivo caricaturesco de cualquiera de estas escorias, no merecen la confianza de la sociedad.
Y menos aún cuando se hacen pasar por militantes o externos de un Movimiento de Regeneración Nacional al cual volverán a traicionar a cambio de migajas.

«La POLÍTICA, el arte de no tener amigos, ni lealtades, solo valen los intereses, sin importar principios ni ideales, mucho menos respeto a los más elementales valores éticos y morales, calumnian y difaman a los adversarios políticos con una facilidad pasmosa, atropellan a quienes se les ponen en contra de sus intereses, con sus honradas excepciones»

Que vivan los amigos, las lealtades, los principios y valores éticos y morales.

Recuerdo el viejo adagio, que el caballo se conoce por su rienda y las personas por su palabra.

Aún no inicia y ya los volvieron a batear…
En política, lo que se ve es lo que es.

En mi nada humilde opinión…
#MCarranza
La Verdad Jalisco.


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