Por Amaury Sánchez
Dicen que el que a dos amos sirve, con uno queda mal. Y en el caso de Elon Musk, parece que el que a dos mundos atiende, termina explotando como un cohete de SpaceX en pruebas. Sí, el magnate de los autos eléctricos y los viajes interplanetarios ha decidido bajarse de la nave política de Donald Trump antes de que lo eyecten con un «You’re fired!» presidencial.
Musk se retira de su cargo como asesor en la Casa Blanca, un puesto que, por cierto, suena tan raro como «ministro de energía nuclear en las cavernas prehistóricas». ¿Qué hacía ahí? Pues dirigía el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE). Y no, no tenía nada que ver con la criptomoneda del perrito, aunque algunos dicen que el presupuesto quedó tan reducido que ahora los funcionarios cobran en Dogecoin.
Su legado en el gobierno incluye recortes presupuestarios, reducción de personal y la idea de que los empleados federales trabajaran desde Marte para ahorrar en infraestructura. Claro, no todos lo aplaudieron. Algunos sintieron que su paso por la política fue tan efectivo como un Tesla con la batería descargada.
Pero Musk, con su olfato de empresario, notó que estar en el mundo político no era tan rentable como vender autos que se manejan solos (o se estrellan solos, según el caso). De hecho, las ventas de Tesla bajaron y la imagen de la empresa se tambaleó como un cohete con un tornillo flojo.
La buena noticia para él es que, en cuanto anunció su regreso a los negocios y su salida de la política, las acciones de Tesla subieron un 5%. Vamos, que los inversionistas básicamente dijeron: «¡Por fin! Que este hombre vuelva a hacer lo que sabe: vender ilusiones tecnológicas y promesas de colonizar Marte».
En conclusión, Musk vuelve a su hábitat natural, el del capitalismo intergaláctico, dejando la política en manos de los que saben… o de los que al menos creen que saben. Y nosotros nos quedamos con una lección: no importa qué tan rico, genio o excéntrico seas, la política siempre será un campo minado… y no todos tienen la agilidad de un cohete para salir ilesos.
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