Por Amaury Sánchez
Mientras México produce huevos como si fueran tortillas y se consolida como potencia avícola, Estados Unidos enfrenta una crisis que lo tiene con las cáscaras en la mano. El brote de gripe aviar ha convertido la producción estadounidense en un campo de batalla, dejando a los consumidores con precios que dan más miedo que una telenovela de Televisa.
México: abundancia con cáscara y yema
Con una producción diaria de 140 millones de huevos, México no solo es autosuficiente, sino que presume de ser el país que más huevos consume en el mundo. En promedio, cada mexicano se come 395 huevos al año, una cifra que debería hacer palidecer a cualquier gimnasio lleno de culturistas.
Jalisco lidera el ranking de la producción, con un 51% del total nacional, seguido por Puebla y Sonora. La avicultura, lejos de ser un sector secundario, se ha convertido en un pilar económico que garantiza un alimento accesible para todos.
Estados Unidos: huevos por las nubes (si los encuentras)
Mientras México se fortalece en el sector, Estados Unidos enfrenta una escasez que ha puesto a la gente a rezarle a San Juan el de los Pollos. Desde 2022, más de 130 millones de aves han sido sacrificadas por la gripe aviar, afectando el suministro y disparando los precios a niveles históricos. Hoy, una docena de huevos en EE.UU. cuesta unos 4.77 dólares, el doble que hace un año, y en algunos supermercados han tenido que imponer restricciones para evitar el contrabando de omelettes.
¿Y Trump tiene la culpa?
Si bien en redes sociales algunos acusan a Donald Trump de la crisis —porque es fácil culparlo de todo, desde el calentamiento global hasta el reggaetón—, la realidad es que el problema es sanitario, no político. Las redadas migratorias no han tenido el impacto que algunos sugieren; el verdadero culpable es la gripe aviar, que sigue azotando granjas y diezmando la producción.
El Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) confirmó que la enfermedad ha causado estragos en los últimos meses, con millones de contagios y sacrificios de aves en todo el país. Empresas como Rose Acre Farms han tenido que tomar medidas drásticas, lo que ha dejado el panorama más oscuro que un huevo revuelto sin sal.
Conclusión: México con huevos, EE.UU. en crisis
Mientras en México las gallinas cacarean de alegría y la industria avícola avanza con estabilidad, en Estados Unidos los consumidores buscan alternativas ante la escasez y los precios de infarto. La autosuficiencia mexicana en este sector es un ejemplo de cómo un buen manejo sanitario y productivo puede hacer la diferencia.
Así que, si alguien en Estados Unidos se pregunta por qué los huevos están caros y escasos, la respuesta es simple: falta de aves, no de política. Y mientras tanto, en México, la gente sigue disfrutando de su huevito diario sin preocupaciones… y con mucha salsa.
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